De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los OrganismosGenéticamente Modificados (GMO, por sus siglas en inglés) son “organismos en el cual el material genético (ADN) ha sido alterado de tal manera que no ocurriría naturalmente.”1 Esta tecnología es también descrita como “ingeniería genética”, “biotecnología”, o “tecnología de recombinación de ADN”; y consiste en insertar aleatoriamente fragmentos de ADN desde un organismo a otro, usualmente pertenecientes a distintas especies. Por ejemplo, una combinación artificial de genes que se incluyen en un gen usado para la producción del pesticida proteína Cry1Ab (conocida como toxina Bt), originalmente encontrado en la especie Bacillus thuringiensis, es insertada aleatoriamente en el ADN del maíz. La ubicación de la secuencia del gen transferido en el ADN del maíz así como las consecuencias de la inserción misma difieren con cada inserción. Las células del organismo que han asumido el gen insertado son luego criadas en laboratorio usando cultivo celular y/o caldo de cultivo, lo cual permite que se desarrollen en plantas que son usadas para cosechas genéticamente modificadas.2
Los procesos naturales de reproducción han sido utilizados sin peligro por los últimos varios miles de años. En contraste, “la tecnología de las cosechas genéticamente modificadas deroga los procesos naturales de reproducción, la selección ocurre a nivel celular, el procedimiento es altamente mutagénico y fallas rutinarias generan barreras, y la técnica ha sido usada comercialmente sólo por 10 años.”3
A pesar de estas diferencias, las evaluaciones de seguridad de los alimentos GM se han basado en la idea de “equivalencia substancial”, la cual es “si un nuevo alimento resulta substancialmente equivalente en composición y características nutricionales a un alimento ya existente, puede ser considerado tan seguro como el alimento convencional.”4 Sin embargo, variados estudios en animales indican serios riesgos a la salud asociados con el consumo de alimentos genéticamente modificados incluyendo infertilidad, desregulación inmune, envejecimiento prematuro, desregulación de los genes asociados a la síntesis del colesterol y regulación de insulina, señalización de células y formación de proteínas, y cambios en el hígado, riñón, bazo, y sistema gastrointestinal.
Hay más de una asociación causal entre los alimentos GM y los efectos adversos en la salud. Existe lo que se conoce como causalidad, según el Criterio de Hill en las áreas de fortalecimiento de asociación, consistencia, especificidad, gradiente biológico, y plausabilidad biológica.5 La fuerza en asociación y la consistencia entre los alimentos GM y las enfermedades es confirmada en varios estudios en animales.2,6,7,8,9,10,11
La especificidad en la asociación de los alimentos genéticamente modificados y los procesos de enfermedades específicas también es avalada. Múltiples estudios en animales muestran inmunodesregulaciones significantes, incluyendo la sobre-regulación de citoquina asociada con el asma, alergias, e inflamación. 6,11 Estudios en animales también muestran alteración de la estructura y función del hígado, incluyendo metabolismos lípidos y de carbohidratos alterados así como cambios celulares que pueden inducir a envejecimiento prematuro y posiblemente a la acumulación de especies reactivas al oxígeno (ROS). 7,8,10 Cambios en el riñón, páncreas y bazo también han sido documentados. 6,8,10 Un estudio reciente liga al maíz GM con la infertilidad, mostrando una disminución significante en la descendencia a lo largo del tiempo y peso significativamente bajo de camadas de ratas alimentadas con maíz GM.8 Este estudio también arrojó que más de 400 genes se expresaban de manera distinta en ratas alimentadas con maíz GM. Estos son genes conocidos por controlar la síntesis y modificación de las proteínas, señalización de células, síntesis de colesterol, y regulación de la insulina. Estudios también muestran daño intestinal en animales alimentados con alimentos GM, incluyendo el crecimiento proliferativo de célula9 y trastorno del sistema inmunológico intestinal.6
En lo que al gradiente biológico respecta, un estudio, conducido por Kroghsbo, et al., ha mostrado que las ratas alimentadas con arroz transgénico Bt mostraban una tendencia de respuesta relativa a dosis específica de IgA, parte de Bt. 11
También, como resultado de los datos que se han acumulado, es biológicamente plausible que los alimentos genéticamente modificados pueden causar efectos de salud adversos en humanos.
A pesar de este riesgo, la industria biotecnológica arguye que los alimentos GM pueden alimentar al mundo mediante el aumento de la producción de cosechas GM. Sin embargo, un repote reciente hecho por la Union of Concerned Scientists (Unión de Científicos Preocupados) repasó 12 estudios académicos, e indica lo contrario: “Las varias pruebas de campo llevadas a cabo a través de los últimos 20 años para medir genes destinados a aumentar la producción de cosechas operacionales o intrínsecas indica un emprendimiento significante. Sin embargo, ninguna de estas pruebas de campo han resultado en el incremento de la producción de alimento para ganado o humano comercializado, con la excepción del maíz Bt.”12 Sin embargo, se estableció que este incremento se debe principalmente a mejoras en los métodos tradicionales de reproducción.
Por lo tanto, ya que los alimentos GM plantean un serio riesgo a la salud en las áreas de toxicología, funciones alérgicas e inmunes, salud reproductiva, y salud metabólica, fisiológica y genética, y no presentan beneficio alguno, la AAEM (Asociación Americana de Medicina Ambiental) cree que es imperativo aplicar el principio precautorio, uno de los principales instrumentos regulatorios de la política ambiental y de salud de la UE, además de ser la base para varios tratados internacionales.13 La definición más usada data de la Declaración de Rio, en 1992: “Para proteger el ambiente, la aproximación precautoria debe ser ampliamente aplicada por los Estados de acuerdo a sus capacidades. Donde hay amenazas de daños serios o irreversible y falta de completa certeza científica no debe ser usada como razón para posponer medidas de costo efectivas para prevenir la degradación ambiental.”13
Otra definición altamente usada se originó desde una reunión medioambiental en los Estados Unidos en 1998, la cual estipula: “Cuando una actividad genera amenazas a la salud humana o al medioambiente, medidas precautorias deben ser aplicadas, incluso si la relación entre algunas causas y efectos no son cabalmente establecidas científicamente. En este contexto, el defensor de una actividad, más que el público, debiera tener la carga de la prueba (de la seguridad de la actividad).”13
Con el principio precautorio en mente, y porque los alimentos GM no han sido
apropiadamente testeados para consumo humano, y porque hay una amplia evidencia de daño probable, la AAEM pide que:
• Médicos eduquen a sus pacientes, a la comunidad médica, y al público para que eviten alimentos genéticamente modificados y provean material educacional respecto a alimentos GM y sus riesgos.
• Médicos consideren la posibilidad del rol de los alimentos GM en los procesos
de enfermedad de los pacientes tratados, y documentar cualquier cambio en la
salud del paciente cuando se hace el cambio de alimento GM a alimento no-GM.
• Nuestros miembros, la comunidad médica y la comunidad de científicos
independientes recolecten casos de estudio potencialmente relacionados al
consumo de alimentos GM y los efectos en la salud, empiecen investigaciones
epidemiológicas para investigar el rol de los alimentos GM en la salud humana,
y realicen métodos de seguridad para los efectos de alimentos GM en la salud
humana.
• Moratoria a los alimentos GM, implementación inmediata de pruebas
independientes a largo plazo, y etiquetado de alimentos GM, lo cual es necesario para la seguridad y salud de los consumidores.
(Esta declaración fue revisada y aprobada por el Comité Ejecutivo de la Academia Americana de Medicina Ambiental el 8 de Mayo del 2009.)
Presentado por Amy Dean, D.O. y Jennifer Armstrong, M.D.
Bibliografía: Informe de Situación de Alimentos Genéticamente Modificados
AAEM
1. Organización Mundial de la Salud. (Internet).(2002). Alimentos derivados de la tecnología moderna: 20 preguntas sobre alimentos genéticamente modificados. Disponible en:
http://www.who.int/foodsafety/publications/biotech/20questions/en/index.html
2. Smith, JM. Genetic Roulette (Ruleta Genética). Fairfield: Yes Books.2007. p.10
3. Freese W, Schubert D. Pruebas de seguridad y regulaciones de alimentos
genéticamente modificados. Reseñas en biotecnología e ingeniería genética. Nov 2004. 21.
4. Sociedad de Toxicología. La seguridad de alimentos genéticamente modificados producidos bajo biotecnología. Toxicol. Sci. 2003; 71:2-8.
5. Hill, AB. El ambiente y las enfermedades: asociación o causa?. Procedimiento
de la Sociedad Real de Medicina 1965; 58:295-300.
6. Finamore A, Roselli M, Britti S, et al. Respuesta inmune intestinal y periférico a la ingestión de maíz MON 810 en ratas destetadas y ancianas. Food Chem.
2008; 56(23):11533-11539.
7. Malatesta M, Boraldi F, Annovi G, et al. Estudio a largo plazo de ratas hembras alimentadas con poroto de soya GM: efectos en envejecimiento de hígado. Histochem Cell Biol. 2008; 130:967-977.
8. Velimirov A, Binter C, Zentek J. Efectos biológicos en ratas alimentadas con
maíz transgénico NK603xMON810: estudios reproductivos a largo plazo.
Reporte-Ministerio Federal de Salud, Familia y Juventud. 2008.
9. Ewen S, Pustzai A. Efectos de dietas que contienen papas genéticamente
modificadas expresando lectina Galanthus nivalis en el intestino delgado de
ratas. Lancet. 354:1353-1354.
10. Kilic A, Aday M. Estudio de tres generaciones de ratas con maíz Bt
genéticamente modificado: investigación bioquímica e histopatológica. Food
Chem. Toxicol. 2008; 46(3):1164-1170.
11. Kroghsbo S, Madsen C, Poulsen M, et al. Estudio inmunotoxicológico de la
expresión del arroz genéticamente modificado lectino PHA-E o toxina Bt en
ratas Wistar. Toxicología. 2008; 245:24-34.
12. Gurain-Sherman,D. 2009. Fracaso en producción: evaluando la actuación de cosechas de ingeniería genética. Cambridge (MA): Union of Concerned
Scientists.
13. Lofstedt R. El principio precautorio: riesgo, regulación y política. Merton
College, Oxford. 2002.
Academia Americana de Medicina Ambiental (American Academy of Environmental Medicine, AAEM)
Fuente:
http://www.aaemonline.org/gmopost.html
Traducción: Ignacia Guzmán Zuloaga