Viena, 23 de marzo de 2017 –Monsanto y otros fabricantes de glifosato parecen haber distorsionado la evidencia científica sobre los impactos de glifosato en la salud pública, a fin de lograr mantener el controvertido herbicida en el mercado, según un nuevo informe entregado por Global 2000 (Amigos de la Tierra Austria, miembro de la Red de Acción en Plaguicidas PAN Europa), con el apoyo de Avaaz, Bund, Campact, CEO, GM Watch (Observatorio de Transgénicos), Pesticide Action Network (PAN) Europe, PAN Germany, y Umweltinstitut München).
Entre 2012 y 2016, las compañías patrocinaron una serie de articulos de revisión publicados en periódicos científicos, todos los cuales concluyen que glifosato y sus formulaciones comerciales no son dañinos para la salud. El nuevo informe “Comprando Ciencia” muestra que estas revisiones patrocinadas por la industria sobre la carcinogenicidad y gentoxicidad de glifosato (su capacidad para dañar el ADN) contienen importantes errores científicos, que van desde omisiones aparentemente calculadas incluyendo la introducción de datos irrelevantes hasta la violación de la guía de la OECD para evaluación de estudios de cáncer en roedores. Una y otra vez, las revisiones también asignan más valor a los estudios no publicados de la industria que a los estudios con revisión de pares publicados en revistas científicas.
A pesar de estas importantes fallas, las autoridades regulatorias que concluyen que el glifosato no es carcinogénico frecuentemente lo hacen sobre la base de los argumentos entregados por estas revisiones de artículos sobre glifosato patrocinados por la industria. El Instituto de Alemania Federal para la Evaluación de Riesgo (BFR), la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) se han basado en esos artículos de revisión.
“Los productores de glifosato han usado todos los trucos descritos en el libro para permitir que las autoridades regulatorias de todo el mundo minimicen los alarmantes daños a la salud del glifosato. El hecho de que las agencias aceptaron su ‘apoyo’· es escandaloso”, asegura Helmut Burtscher, uno de los autores del estudio.
En contraste con ello, la Agencia de Investigación del Cáncer (IARC) de la Organización Mundial de la Salud se negó a considerar en su evaluación de glifosato, los estudios no publicados de la industria y resumidos en las revisiones patrocinadas por la industria, asegurando que los datos presentados allí eran insuficientes y carecían de detalles importantes. La IARC por lo general no acepta evidencia científica no publicada. Las organizaciones que presentan este informe también apoyan la Iniciativa Ciudadana Europea (ECI) de Prohibición del Glifosato para proteger a la gente y el ambiente de los plaguicidas tóxicos.
Como parte de sus objetivos, la demanda ECI de prohibición del glifosato demanda que la Comisión Europea “se asegure que la evaluación científica de plaguicidas necesaria para la aprobación regulatoria en la Unión Europea se base sólo en estudios publicados, los cuales sean encargados por las autoridades competentes usando dinero de la industria, en lugar de usar directamente los estudios entregados por la industria de plaguicidas”.
“Las decisiones sobre el futuro de glifosato deberían guiarse por la revisión independiente de la evidencia hecha por la IARC”, agregó Burtscher.
Los autores del Informe “Comprando Ciencia” son Helmut Burtscher, Peter Clausing y Claire Robinson.
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Traducción Lucía Sepúlveda, Red de Acción en Plaguicidas RAP-Chile